Los agricultores exigen al Gobierno la aprobación inmediata de la nueva Ley de Agricultura Familiar

Las asociaciones agrarias que representan a los autónomos del campo han pedido al Gobierno “un empujón legislativo” que agilice la tramitación de la Ley de Agricultura Familiar. Se trata de una promesa electoral del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que después de las protestas convocadas por estas organizaciones en los últimos meses es ya una cuestión urgente.

En este sentido, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) reclamó a todos los partidos políticos que “se retraten en un apoyo verdadero al campo y dejen a un lado el debate partidista” para lograr aprobar la Ley de Agricultura Familiar. Una normativa que debe servir para “proteger a las explotaciones familiares frente a la presión que sufren por parte de inversores sin escrúpulos, normativas con efectos perversos y embates legislativos de diversa índole”.

En este sentido, el Comité de España del Decenio de naciones Unidas de la Agricultura Familiar (CEDAF), formado por 20 organizaciones agrarias, universidades españolas y asociaciones de consumidores, ha publicado hace unos días una propuesta fundamentada alrededor de los ocho ejes de actuación que, a su modo de ver, debería incluir la futura ley, orientada a defender los intereses de los autónomos y negocios más pequeños, y que más han sufrido la excesiva burocracia de la Política Agraria Común (PAC), como han venido denunciando en los últimos días.

Estas son las propuestas de los agricultores para la futura Ley de Agricultura Familiar

El CEDAF ha elaborado una propuesta alrededor de los ocho ejes que consideran fundamentales para que la Futura Ley de Agricultura Familiar sea útil para los autónomos en la defensa de sus negocios, los cuales se enfrentan, además de al incremento de los costes de producción y las inclemencias meteorológicas como la sequía, a una falta de relevo generacional que amenaza el futuro del campo en la actualidad. Son los siguientes:

Establecer un marco político para promover la sostenibilidad en la Agricultura Familiar

En este primer punto, las asociaciones proponen actualizar la legislación en materias relacionadas con reconocimiento de la profesión de agricultor y selvicultor, estructuras agrarias, igualdad de género, incorporación de jóvenes, y otras políticas activas. “Por ejemplo, la Ley de Modernización de Explotaciones o la Ley de Desarrollo Rural Sostenible, entre otras normativas.”

Además, piden promover un plan de acción para facilitar a los agricultores y ganaderos autónomos que cambien algunas de sus explotaciones a un modelo más sostenible. Para ello, no obstante, sería necesaria una actualización “en las formas societarias y figuras jurídicas que dan cobertura a las explotaciones familiares - como titularidad compartida, comunidad de bienes, sociedad civil, su adaptación a criterios ambientales, la promoción en la sociedad de sus productos-, y un plan de transición agroecológica justa para las explotaciones que no cumplen criterios mínimos de sostenibilidad, evitando que nadie quede atrás.”

Fomentar la incorporación de jóvenes autónomos y mujeres al sector

La falta de relevo generacional es uno de los principales problemas que las asociaciones agrarias llevan tiempo identificando. Por ello, el segundo eje de propuestas se enfoca en la promoción de la formación entre los jóvenes para que comiencen a ver como una salida viable convertirse en agricultores y ganaderos.

Este impulso debería ir acompañado, según CEDAF, de una mejora de los servicios públicos que tienen todos los habitantes de zonas rurales, como el Transporte, las infraestructuras o la cercanía con centros sanitarios y educativos.

Asimismo, el tercer eje propuesto busca favorecer la incorporación de las mujeres autónomas a la actividad del sector primario, una asignatura pendiente para las asociaciones que podría ayudar a frenar el continuado cierre de explotaciones que ha ocurrido en los últimos meses.

Mejorar la contribución de los autónomos a la cadena alimentaria

Por otro lado, CEDAF ha propuesto al Gobierno una serie de medidas enfocadas a mejorar la participación de los autónomos agricultores y ganaderos a la cadena alimentaria, en colaboración con los organismos públicos y las grandes empresas de distribución. Entre ellas, destacan las siguientes:

• Plan de medidas para evitar la especulación en los gastos de producción energéticos y de materias primas con la intervención del estado si fuera necesario.
• Mejora del acceso equitativo a las ayudas de la Política Agraria Común, atendiendo a fomentar la convergencia inter e intra regional, a compensar efectivamente los ecoesquemas y a reconocer adecuadamente los Sistemas de Alto Valor Natural y la Red Natura 2000.
• Acuerdos entre organizaciones de productores y agentes de la distribución mayorista y minorista para un mayor conocimiento y comercialización de las ventajas nutricionales de productos frescos, ecológicos, de temporada, de cercanía o biorregión y ligados al territorio.
• Seguir desarrollando el programa estatal de seguros agrarios, universalizándolo, ampliando coberturas e incorporando riesgos de mercado, en colaboración con ENESA, las CCAA y las organizaciones del sector.

Favorecer a las explotaciones familiares y el comercio de proximidad

Por último, entre todas las medidas propuestas, el Comité de España del Decenio de Naciones Unidad de la Agricultura Familiar ha pedido al Gobierno que, en el marco de la futura Ley de Agricultura Familiar, apoyen a los autónomos del sector y favorezcan al comercio de proximidad.

Por ejemplo, la implementación efectiva de la ley de la Cadena Alimentaria “para que todos los operadores de cada eslabón de la cadena compitan en igualdad de condiciones”, así como el establecimiento de sistemas de prevención del fraude alimentario, “incluyendo aspectos que afecten la calidad de los productos, su inocuidad, su trazabilidad y el origen de éstos”, afirmaron.

También pidieron “promover el desarrollo de reglamentos que apoyen los productos con distintivos de calidad de agricultores familiares”, así como fomentar la colaboración con los distribuidores para primar los productos producidos localmente, favoreciendo una cadena de distribución más corta que la que se observa en la actualidad, concluyeron.