Los negocios están teniendo que adaptarse a las nuevas preocupaciones de sus clientes por el cambio climático
Los negocios están teniendo que ajustar su oferta de productos a las nuevas preocupaciones de los españoles por el cambio climático. Un 36% de los consumidores ha cambiado sus hábitos por este motivo y el 64% de los hogares ya exige envases más sostenibles.
La preocupación por el cambio climático y su impacto en la vida cotidiana ha llevado a un tercio de los españoles a modificar sus hábitos de compra; especialmente en lo que respecta a los productos frescos. Así lo señala al menos la quinta edición de un estudio, llevado a cabo a base de encuestas a más de 4.000 consumidores, hecho público por la cadena de supermercados Aldi. De acuerdo con el mismo, más del 36% de los consumidores en España han variado su comportamiento frente a los lineales de las tiendas de alimentación, como respuesta directa a la preocupación por el medioambiente y los efectos de la crisis climática.
Esta tendencia, que refleja un cambio significativo en las prioridades de los consumidores, como destaca este estudio sobre el consumo de productos frescos en España, que ofrece una visión exhaustiva sobre cómo la sostenibilidad y la conciencia ambiental están moldeando las decisiones de compra de los españoles. Hasta el punto de que el 54% de los españoles prioriza ahora la compra de productos de temporada.
La sostenibilidad se está convirtiendo en un factor clave en la compra de frescos
El cambio climático no sólo ha elevado las temperaturas globales y ha provocado fenómenos meteorológicos extremos, sino que también ha afectado directamente a la agricultura y la producción de alimentos. Como resultado, muchos consumidores españoles están optando por cambiar sus patrones de compra para adaptarse a las nuevas realidades climáticas y medioambientales.
Entre las medidas más comunes, los consumidores destacan la preferencia por los productos frescos de temporada, que son considerados por los clientes “más sostenibles y con menor huella de carbono”. De hecho, el 54% de los españoles ahora prioriza la compra de productos de temporada, una cifra que refleja una conciencia creciente sobre los beneficios medioambientales de consumir alimentos en su ciclo natural.
Además, el 49% de los encuestados señala que prefiere adquirir productos de proximidad, es decir, aquellos cultivados o producidos cerca de su lugar de residencia. Este enfoque no sólo apoya a los productores locales, sino que también reduce la necesidad de largos traslados y, por ende, disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al transporte de alimentos.
Reducción del consumo de plásticos y el auge de los productos a granel
La lucha contra el plástico es otro de los aspectos que ha ganado protagonismo entre los consumidores españoles. El informe revela que el 62% de los consumidores opta por comprar productos frescos a granel en lugar de aquellos que vienen envasados en plástico. Este cambio no solamente responde a la preocupación por el medio ambiente, sino que también refleja una creciente desconfianza hacia los envases plásticos y su impacto en la salud y el entorno.
Asimismo, casi el 64% de los hogares españoles otorgan gran importancia a que los envases sean sostenibles, una tendencia que es especialmente fuerte entre los compradores que realizan compras frecuentes de productos frescos. Estos consumidores valoran los esfuerzos por reducir el uso de plásticos de un solo uso y prefieren aquellos productos que vienen en envases reciclables o biodegradables.
A pesar de estos avances, el estudio subraya que todavía queda mucho por hacer. Siete de cada diez españoles creen que los supermercados deben implementar más medidas para limitar el uso del plástico. Entre las medidas más valoradas por los consumidores, se encuentra la reducción del plástico en los envases, considerada positiva por el 28% de los encuestados. Otras acciones, como la venta de productos de cultivos sostenibles y la implementación de prácticas sostenibles a lo largo de toda la cadena de valor, también son apreciadas por los consumidores.
El impacto del cambio climático en la producción de alimentos
El cambio climático está teniendo efectos tangibles en la producción de alimentos, lo que a su vez está afectando la disponibilidad y el costo de los productos frescos. Según el estudio, el 88% de los españoles percibe que el cambio climático está afectando negativamente el cultivo de determinados productos frescos, siendo las verduras y hortalizas (65%) y las frutas (62%) las más afectadas.
Estos efectos se manifiestan en forma de alteraciones en las temporadas de cultivo, disminución de las cosechas y un aumento en la vulnerabilidad de los cultivos a plagas y enfermedades. Como resultado, los consumidores anticipan que sus hábitos de compra seguirán cambiando en el futuro. El 76% de los encuestados cree que terminarán modificando aún más sus patrones de consumo debido a los efectos continuos del cambio climático. Entre los factores que impulsarán estos cambios se incluyen el aumento de los precios (70%), la escasez de algunos productos (63%) y la posible desaparición de ciertas variantes de alimentos (34%).
La sostenibilidad y el cambio climático no sólo afectan la oferta de productos frescos, sino que también están influyendo en la percepción de los consumidores sobre lo que constituye una dieta saludable. Cada vez más personas asocian el consumo de productos frescos con una alimentación equilibrada y saludable, y están dispuestas a pagar más por productos que consideran beneficiosos para su salud y el medio ambiente.
Cambio de paradigma en los hábitos de consumo: la palabra fresco, cada vez más mencionada
El informe refleja un cambio de paradigma en los hábitos de consumo de los españoles, en el que la sostenibilidad y la conciencia ambiental juegan un papel cada vez más importante. Este cambio no solo se refleja en las decisiones de compra, sino también en la conversación pública. Según el estudio, los productos frescos han sido mencionados más de 474.900 veces en redes sociales durante 2023, con el precio y la sostenibilidad como temas recurrentes.
Además, la creciente preocupación por la crisis medioambiental climática ha llevado a los consumidores a ser más críticos y exigentes con los productos que compran, valorando aspectos como el origen, la calidad y el impacto ambiental de los alimentos frescos. La tendencia hacia una compra más consciente y sostenible está cambiando la dinámica del mercado y obligando a los supermercados a adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores.