El 80% del sector está formado por autónomos o empresas con menos de cinco empleados

Los negocios de la limpieza reclaman al Gobierno que los contratos públicos suban igual que los salarios

Autónomos y pequeños negocios, verdadero motor del sector de la limpieza, que aporta el 1,07% al PIB.

Cerca del 60% de los 40.000 negocios de limpieza en España sólo cuentan con un autónomo trabajando. El sector reclama al Gobierno una mejora de las contratas públicas, hoy congeladas, para hacer frente a los repetidos incrementos de los salarios.

La limpieza es un sector relevante para la economía del país, tanto por su aportación al Producto Interior Bruto (PIB), como por el número de trabajadores –la mayoría de ellos, autónomos– que engloba. Así, con algo más de 500.000 trabajadores (el 2,6% del total de personas con empleo en España), de los cuales el 74% son mujeres, la limpieza genera un 1,07% del PIB con un volumen total de negocio aproximado de 14.406 millones de euros, lo que convierte esta actividad en una parte vital de la cadena de valor de múltiples sectores. Así lo plantea el informe anual de su patronal, la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (Aspel), Datos del sector limpieza de edificios y locales, que aglutina diferentes datos del INE, la Tesorería General de la Seguridad Social o de AMAT, además de los internos de sus propios afiliados.

A menudo subestimado, este sector no sólo brinda un servicio crucial para mantener la higiene y el orden en espacios públicos y privados, sino que además es uno de los principales sectores en términos de empleo en el país. Además, el tejido de la limpieza está compuesto en su mayoría por autónomos y pequeños negocios. Pues de las cerca de 40.000 firmas que cita la patronal, un 58% son negocios unipersonales y sólo el 22% tiene más de cinco empleados.

De modo que, gran parte de su fuerza de este motor económico reside en los autónomos y los pequeños negocios, que día a día mantienen en marcha una industria esencial. “La importancia de su labor es innegable”, afirmó Juan Ignacio Beltrán, presidente de Aspel, pero es necesario que se les apoye con marcos legislativos y condiciones laborales que permitan su supervivencia y crecimiento en un entorno cada vez más competitivo. Como señaló, “es hora de que se reconozca la labor de los profesionales de la limpieza, que a menudo son invisibles pero imprescindibles para el funcionamiento de nuestra sociedad”. En su opinión, a pesar de la alta concentración en algunas grandes empresas, “el sector sigue muy atomizado, con miles de autónomos y pequeños negocios que ofrecen servicios notables, tanto en edificios y oficinas como en viviendas particulares”.

Los negocios de limpieza piden que las administraciones suban sus contratos en función a lo que se ha incrementado el SMI

Estas pequeñas empresas y autónomos se enfrentan, al igual que las grandes empresas, a desafíos, sobre todo en lo referente a los costes laborales y la legislación vigente, que afecta a sus contratos con la Administración Pública. Para estos pequeños negocios, es una lucha interminable mantenerse al día con los cambios en las normativas, los incrementos salariales y los costes adicionales que se imponen desde las administraciones. Estos incrementos engloban las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y los aumentos en las cotizaciones a la Seguridad Social, “lo que puede generar una presión insostenible sobre los pequeños empresarios del sector”.

El papel que juegan los autónomos y pequeños negocios es especialmente importante en áreas urbanas y suburbanas, donde ofrecen servicios que van desde la limpieza de comunidades de vecinos hasta la de oficinas pequeñas. A diferencia de las grandes empresas, que se centran en grandes contratos con corporaciones de mayor tamaño, los autónomos y las micropymes son los que directamente interactúan con una amplia base de clientes, adaptándose a sus necesidades específicas.

Para los profesionales de la limpieza, uno de los grandes retos es la estructura de los contratos que firman, especialmente cuando están vinculados a la Administración. Juan Ignacio Beltrán lo explicó de manera clara: “Es necesario que se implementen cambios en la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP) y en la Ley de Desindexación, para que lo firmado pueda ajustarse cuando los costes laborales suben”.

Se trata de una reclamación que también han venido haciendo en los últimos años desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), tras la continua subida de los costes laborales. En este sentido, su presidente, Lorenzo Amor, afirmó hace unos meses que "es una irresponsabilidad volver a subir el SMI y no aplicar la misma subida a los contratos públicos”.

Juan Ignacio Beltrán comentó que el de la limpieza es un sector que tiene “no uno estatal, sino 50 convenios provinciales, con lo que ello conlleva”. Es chocante, a su parecer, que no puedan revisarse los contratos firmados con la Administración, que es la responsable directa de buena parte de los motivos por los que aumentan los costes para los negocios del sector. “El salario mínimo, sin ir más lejos, ha pasado de los 736 euros de 2017 a los 1.134 euros actuales, es decir, un 54% en sólo siete años. Pero es que, además, están las cotizaciones a la Seguridad Social, que del 23% de 2023 pasarán al 24% en 2025, con la subida gradual del 0,5% en estos dos años”.

La patronal calcula que la reducción de jornada laboral supondrá 350 millones de euros.

Juan Ignacio Beltrán citó además los cambios regulatorios que se avecinan, con la previsible reducción de la jornada laboral. “La patronal ha hecho números, teniendo en cuenta las diferencias de jornadas entre comunidades autónomas, y el impacto de la rebaja ronda los 350 millones de euros. Porque el mencionado argumento del aumento de la productividad vía mejoras tecnológicas, no tiene cabida en este sector”. Por todo ello, precisó, sería interesante acabar con la potestad unilateral que tiene la Administración de prolongar los contratos, sin posibilidad de incrementar los precios por la prestación del servicio”. Y como solución aportó el que “las prórrogas sean al menos consensuadas, porque el que no te dejen revisar las tarifas hace que acabes casi perdiendo dinero”.

Las administraciones públicas siguen siendo morosas con los negocios de limpieza 

Los autónomos y los pequeños negocios en este sector también deben enfrentarse a la morosidad, especialmente en contratos con las distintas administraciones, se queda aún en 99,07 millones de euros. A pesar de la normativa que exige que los pagos se realicen en un plazo de 30 días, muchos reportan retrasos considerables. Así, el informe sólo muestra mejoría en la deuda de la Administración Central en un 57% (43 millones de euros), subiendo un 10% lo que adeudan las comunidades autónomas y un 1% en el caso de las entidades locales. Por ello, la patronal denuncia que sigue sin cumplirse la Ley de Morosidad.

Otro reto importante es el creciente absentismo laboral en el sector. En los pequeños negocios, la falta de personal por periodos de baja supone un contratiempo para su continuidad. Los datos recientes de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) muestran que el absentismo laboral ha aumentado en el sector (si en servicios, la media está en el 7%, el de la limpieza ha llegado ya al 12%), por la propia penosidad de la actividad y la baja formación de su masa laboral), lo que para muchos autónomos puede representar la pérdida de un cliente clave o una sobrecarga de trabajo para el resto del equipo.

A pesar de estos desafíos, el sector de la limpieza sigue creciendo y evolucionando. Un aspecto clave que está impulsando este crecimiento es la creciente demanda de servicios especializados, como la limpieza de quirófanos, la desinfección de instalaciones industriales y otros espacios de alta precisión. Estas áreas requieren una mayor cualificación y equipos más especializados, lo que representa una oportunidad de crecimiento para pequeños negocios dispuestos a invertir en formación y equipos. Pues este tipo de servicios no sólo ofrecen márgenes más amplios, sino que también permiten a los autónomos diferenciarse de la competencia y acceder a contratos más lucrativos.

Además, el sector también se enfrenta a una creciente demanda de soluciones más sostenibles y respetuosas con el medioambiente. Cada vez más empresas buscan proveedores que ofrezcan servicios de limpieza que utilicen productos ecológicos y procesos que minimicen su impacto en el entorno. Para los pequeños y los autónomos, esto representa una oportunidad de crecimiento en un nicho que aún está en expansión. En todo caso, Juan Ignacio Beltrán apuntó que es necesario “que los cambios legislativos que impacten al sector se implementen de manera gradual y ordenada, para que los negocios, en especial los más pequeños, puedan adaptarse sin poner en riesgo su estabilidad”.