El CGE y Fedea proponen seis soluciones a la escasez de empleados cualificados

Los economistas piden una reforma educativa para paliar la falta de profesionales en los negocios

El Consejo General de Economistas y FEDEA han presentado la tercera sesión de sus ciclos sobre  Educación donde han analizado su impacto en la falta de personal cualificado que están sufriendo los autónomos y negocios.
Los economistas piden una reforma educativa para paliar la falta de profesionales cualificados.
Los economistas piden una reforma educativa para paliar la falta de profesionales en los negocios

El Consejo General de Economistas de España (CGE) y la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) han presentado conjuntamente un ciclo sobre 'Educación: comparativa con los países de nuestro entorno y su trascendencia como palanca de crecimiento'. Se han analizado y puesto en común diferentes datos para llegar a importantes conclusiones acerca del nivel educativo de los españoles y su efecto en la falta de personal cualificado en el mercado laboral.

La presentación de la sesión fue a cargo del presidente del CGE, Valentín Pich, y del director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente. Durante la misma, intervinieron Montserrat Gomendio, miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, ex secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, y ex directora adjunta de la Dirección de Educación de la OCDE, y Martí Parellada, catedrático emérito de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona, director del Instituto de Economía de Barcelona (IEB) y miembro del Steering Committee del U-Multirank promovido Comisión Europea.

Como detalló Valentín Pich, presidente del CGE, "las métricas internacionales sitúan cada año a España en una situación comparativamente peor a nivel educativo", mientras que se viene produciendo una "constante fuga de talento hacia el extranjero", propiciando que nuestro mercado laboral "no disponga de profesionales suficientemente cualificados para muchos de los puestos ofertado". 

Según se expuso durante la sesión, España ha obtenido su peor resultado en el último informe PISA desde que comenzó a publicarse este estudio. Frente a ello, el porcentaje de aprobados de la EBAU ha sido de un 96,38% en la promoción 2022-23. Ante es tipo de resultados, la jornada ha tratado de ofrecer una visión realista del nivel educativo español en perspectiva comparada, a fin de identificar los principales problemas de nuestro sistema educativo y plantear posibles soluciones, así como poner de relieve la importancia de la inversión en capital humano como motor del crecimiento económico.

Según aclaró Pich, es necesario incentivar el acceso a las titulaciones relacionadas con las TIC, ingenierías y matemáticas, ya que en nuestro país "existen importantes lagunas en la cualificación de las competencias" que permiten la transición ecológica y digital. 

Los expertos de FEDEA y el CGE valoraron también que nuestro país requiere "claramente" mejorar su política educativa. Mientras "se ha descuidado la calidad de la educación y la adecuación  de la oferta formativa a las necesidades del sector productivo" -contribuyendo a la carencia de profesionales cualificados-, muchos empleados ocupan puestos para los que se encuentran sobretitulados, si bien no "sobrecualificados". 

En ese sentido, juega un papel fundamental la falta de evaluaciones nacionales uniformes en todo el territorio, creando diferencias en el desempeño entre comunidades autónomas, y que superan "el equivalente a dos años de escolarización entre las comunidades autónomas de mejor y peor rendimiento". Así, ambos organismos sugieren reforzar los contenidos de los temarios en todos los niveles educativos, examinar de forma externa para asegurar que dichos contenidos se imparten, y mejorar la calidad del profesorado.

FEDEA y el CGE plantean seis soluciones ante la necesidad de una reforma educativa

Ante esta problemática, los economistas desarrollaron hasta seis posibles soluciones a los retos planteados: 

  • Reforzar los contenidos curriculares, realizar evaluaciones nacionales que aseguren que tales contenidos se imparten y definan estándares uniformes en todo el territorio nacional. 
  • Mejorar la calidad y efectividad del profesorado, mediante una selección más exigente, una mayor atención en su formación a los contenidos que han de impartir y la introducción de incentivos ligados a evaluaciones sistemáticas y rigurosas. 
  • Promover una mayor cooperación entre las empresas y el sistema de enseñanza postobligatoria, especialmente en el caso de la Formación Profesional y la universidad, de cara no sólo a la realización de prácticas formativas sino también al diseño de los correspondientes temarios. 
  • Revisar el sistema de gobernanza de las universidades y reforzar su rendición de cuentas ante la sociedad y las administraciones que las financian. 
  • Reformar su sistema de financiación, ligando ésta a sus resultados docentes e investigadores, e introduciendo una mayor competencia, así como facilitar la atracción e incorporación de talento extranjero y extender gradualmente el uso de los contratos laborales para su personal. 
  • Tomar medidas urgentes para reforzar las titulaciones STEM, ya que en el medio y largo plazo, el número de empleos generados por la digitalización va a aumentar de forma exponencial. 

La nueva Formación Profesional dificulta la empleabilidad en los negocios, según los economistas

Según apuntaron también durante el encuentro, las reformas educativas no contribuyen en la resolución de estos problemas. Según analizaron los expertos, la LOMLOE pretende promover la equidad mediante una rebaja de estándares, en lugar de asegurar que todos los estudiantes alcanzan un nivel mínimo de conocimientos. Y esta política perjudica a aquellos que provienen de entornos más desfavorecidos. 

A su vez, la nueva regulación de la FP educativa dificulta en la realidad la supuesta dualidad de la FP al limitar al 35% el tiempo dedicado a prácticas en empresas. Como previeron, esto reduce el impacto en la empleabilidad del alumnado y "el alineamiento" de estas formaciones con las necesidades reales de los negocios. 

Por otro lado, la LOSU deja sin afrontar "los principales problemas del sistema universitario", que los expertos definen como la falta de incentivos para mejorar la excelencia, la endogamia, y modelo de gobernanza "que es una anomalía" frente a los países permanecen más avanzados en el ámbito de la educación.

Como explicó Montserrat Gomendio, “los datos de la OCDE indican que hay sobrecualificación en términos de titulaciones pero no 'overskilling' en el sentido de un excesivo nivel competencias". La explicación que se atribuye a este aspecto es que el mercado laboral "no está preparado para el alto nivel de formación de los universitarios", cuyo número ha sido creciente. 

La sobrecualificación se produce porque estos titulados aceptan trabajos que no requieren de esa titulación, y, al mismo tiempo, "no tienen un nivel de competencias y conocimientos más altos al que el trabajo exige". El bajo nivel competencial está asociado a la baja calidad del sistema educativo -según las estimaciones de la OCDE, un universitario español tiene un nivel competencial similar al de un estudiante de secundaria de ciertos países-, así como a estudiar grados no demandados por el mercado. 

En referencia a este mismo asunto, Martí Parellada, aclaró que la universidad "no es la responsable en exclusiva" de reducir estos desajustes entre la oferta formativa y demanda, ya que el modelo productivo también condiciona los perfiles que buscan los negocios. En ese sentido, "la colaboración universidad-empresa" debe ser mayor, así como promover en el sistema universitario "la aplicación de las microcredenciales y la introducción y desarrollo de la mención dual".