Los viticultores denuncian incumplimientos de la Cadena Alimentaria de las grandes bodegas

Los autónomos productores de vino se encuentran sumidos en una grave crisis. Así lo denunciaron desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) hace unos días, asegurando que las grandes bodegas esstarían pagando a los pequeños viticultores precios por debajo de los costes de producción, como marca la Ley de la Cadena Alimentaria.

En este sentido, desde la organización agraria afirmaron que “podemos resistir la embestida del cambio climático, pero no del mercado”. Se trata de un problema que podría afectar a otras capas de la sociedad en para España, teniendo en cuenta que el sector está presente en más del 40% de los municipios, del que depende el 2% del PIB nacional y crea más del 2% de los puestos de trabajo del país.

Según denunciaron, en todos los territorios han detectado casos de industrias que no firman un contrato previo con los viticultores. “No nos ha temblado la mano y hemos hecho denuncias ante las que la AICA (Agencia de Información y Control Agroalimentario) ya ha hecho inspecciones”, apuntó Alejandro García-Gasco, responsable sectorial de UPA.

En su opinión, mientras que “en el sector del aceite o de frutos secos se habla en euros por kilo de aceituna y de pistacho o almendra, en el viñedo se habla de pesetas por kilo de uva para que aparente algo. Es indigno. Un kilo está sobre 30 céntimos y es necesario sobre un kilo y medio para elaborar una botella de vino”.

Además, desde UPA relataron unos “alarmantes descensos” en el consumo de vino, que también tiene su repercusión en la “asfixiante falta de rentabilidad”. Una cuarta parte de lo que se consume se queda en España, el resto se va fuera. Pero tanto a un lado como al otro de la frontera, el consumo ha descendido mucho desde la pandemia.

UPA presenta diez propuestas para mitigar la crisis del vino

Ante esta situación, desde la organización agraria han enviado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación un decálogo con diez propuestas para intentar mitigar los efectos de la crisis del vino en los negocios de los autónomos productores. Son las siguientes:

• Congelación de autorizaciones de nuevas plantaciones para 2024, 2025 y 2026.
• Transferir recursos no utilizados de un año a otro (Intervención sectorial vitivinícola en el PEPAC).
• Ayudas a arranques en diferido (ampliación del plazo de reestructuración)
• Ayudas a arranques definitivos con carácter social. Al contrario de los dos arranques producidos anteriormente, que la PAC relacionaba con el rendimiento, en este UPA pide fondos extraordinarios dirigidos a viticultores mayores o que quieran dejar el sector. “Queremos que se vayan dignamente solucionar una crisis que no han causado ellos sino el mercado y el consumo”.
• Flexibilidad en la capacidad de reacción ante crisis.
• Mantener los fondos europeos para la promoción del producto.
• Apoyo a las actuaciones, en relación a los efectos del cambio climático en el sector vitivinícola: adaptación, mitigación y sumideros.
• Reforzar la investigación e innovación en el sector (nuevas tecnologías, nuevas variedades adaptadas al cambio climático, etc.)
• Apoyo a la producción de vino ecológico (producción en incremento que ya supone en España más del 16% de la superficie de viñedo, siendo el primero a nivel mundial).
• Apoyo a las inversiones en explotaciones vitícolas, medida que ya se aplica en los países de nuestro entorno y sin la que nuestro sector puede quedarse atrás.
• No conceder ayudas públicas de inversión o promoción a aquellas empresas que incumplen la Ley de la cadena agroalimentaria.