Menos de 7.500 trabajadores por cuenta propia están en este sistema

¿Por qué los autónomos no se acogen al criterio de caja para evitar declarar el IVA hasta que cobren la factura?

El régimen de criterio de caja en IVA es un sistema que permite a los autónomos evitar devengar el Impuesto hasta que no cobren la factura del cliente. Sin embargo, apenas 7.500 trabajadores por cuenta propia estaban acogidos en 2023. Estas son las causas.
Overworked businessman using laptop while going through business reports and working in the office.
¿Por qué los autónomos no se acogen al criterio de caja para evitar declarar el IVA hasta que cobren la factura?
¿Por qué los autónomos no se acogen al criterio de caja para evitar declarar el IVA hasta que cobren la factura?

Hace una década que la Ley de Emprendedores introdujo una de las medidas que más reclamaron las asociaciones de autónomos, el régimen de IVA por criterio de caja. Este sistema, en resumidas cuentas, exime a los autónomos y pequeños negocios de tener que devengar a Hacienda este impuesto hasta el momento en que hayan cobrado las facturas de sus clientes. Una medida que, lógicamente, es muy ventajosa para el colectivo dado que muchos tienen que adelantar el tributo cuando ni si quiera les han pagado por su trabajo. Sin embargo, menos de 8.000 trabajadores por cuenta propia estaban acogidos en 2023 a este régimen, según cifras de la Agencia Tributaria.

Una de las lacras más importantes que afectan a los autónomos es la morosidad comercial. Según recoge el último Observatorio de Morosidad del segundo trimestre elaborado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), el periodo medio en el que las empresas pagan a sus proveedores -la mayoría autónomos- sigue por encima de los 80 días, es decir, más de 20 días por encima del plazo máximo que permite la ley.

Pero el problema no es sólo no cobrar por el trabajo realizado y tener que adelantar el dinero por las herramientas, productos y recursos necesarios para realizar el servicio. A todo esto se suma que los autónomos tienen que devengar a la Agencia Tributaria el IVA de una factura que ni si quiera han cobrado. Por ello, se creó el régimen de IVA de caja, que permite a los trabajadores por cuenta propia entrar en un sistema de tributación en el que sólo abonan el impuesto -que en realidad pagan sus clientes- por las facturas que ya les ha abonado su cliente. Si no, no tienen que incluirlas en la declaración.

Pareciera en un principio que todos los autónomos deberían plantearse acceder a este sistema para evitar adelantar el IVA de las facturas que no han cobrado. No obstante, la realidad es que la mayoría de los trabajadores por cuenta propia no han accedido al régimen de IVA de caja en los últimos diez años, ni se plantean hacerlo, según confirmaron distintos expertos a este diario. 

Según estas mismas fuentes, la causa principal por la que los autónomos no se están acogiendo a este sistema sería las complicaciones que generan a nivel contable a las empresas con las que trabajan. "Si son grandes empresas, prefieren no trabajar con proveedores en IVA de caja, porque tienen miles de facturas, y tener que hacer una contabilidad especial para ellos les supone una sobrecarga de trabajo", explicó Javier Martín, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Complutense de Madrid que estuvo presente en varias negociaciones para diseñar este sistema especial de tributación.

La mayoría de clientes, sobre todo grandes empresas, no quieren trabajar con autónomos en IVA de caja

Según las últimas estadísticas publicadas por la Agencia Tributaria, en 2023 hubo 7.469 personas que realizaron operaciones en el régimen especial de criterio de caja. Estas cifras corresponderían. a grandes rasgos, con los contribuyentes acogidos a este sistema.

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Operaciones registradas en los distintos regímenes de IVA en 2023. Fuente: Estadísticas de la Agencia Tributaria

 

El inconveniente principal que hace que tan pocos autónomos estén en criterio de caja es que, si un trabajador por cuenta propia se acoge al régimen, sus clientes también deben acogerse en todas las operaciones que hagan con él. Por tanto “cuando el autónomo que está este sistema emite la factura, el que recibe la factura no se la puede deducir hasta que no la pague. Es decir, el cliente se está complicando su propia contabilidad", apuntó Javier Martín.

Según el catedrático y abogado especializado en fiscalidad, "esto hace que la mayoría de empresas, y especialmente las medianas y grandes, no quieran trabajar con autónomos que están en criterio de caja. Porque les supone un problema añadido. Imagina al Corte Inglés, que tiene miles de facturas. Si trabajara con varios autónomos en este régimen se le complicaría mucho la contabilidad y le supondría una sobrecarga de trabajo y de costes para administrar todos estos pagos".

Javier Martín explicó que el problema no es sólo que el cliente no pueda deducirse en el acto la factura, sino que además "tendría que contabilizarla y llevarla a una cuenta especial de forma que hasta que no se pague, no se puede aplicar la deducción del gasto".

Esto sucede fundamentalmente con las empresas grandes y medianas. "Quizás en el caso de los negocios más pequeños, no pongan tantas trabas para trabajar con proveedores en criterio de caja. Ya que si sólo tiene diez proveedores, la contabilidad es más sencilla", apuntó Martín.

También genera más cargas burocráticas para los autónomos y sus clientes

Por otro lado, implementar el régimen del IVA de caja en un negocio también supone alguna que otra complicación en la burocracia. La aplicación de este sistema resta eficiencia al autónomo o pequeño negocio, ya que es necesario implantar un nuevo criterio fiscal y contable mucho más complejo y difícil de gestionar para el, apuntaron distintos expertos consultados.

Las declaraciones de IVA pasan a realizarse en función del cobro  y pago de las facturas. Por ello, en los libros registros, -tanto de facturas emitidas como de facturas recibidas-, se deben añadir nuevos campos que incorporen la fecha y medio de cobro. Lo que requiere automáticamente la necesidad de adaptar los programas contables para contemplar dichas peculiaridades, de tal manera que la Administración tenga acceso a todas las fechas y movimientos al realizar la comprobación. 

Además, en la emisión de las facturas, se debe realizar la especial mención al RECC para que el destinatario pueda identificar, sin problema alguno, que dicha operación está realizada bajo el régimen especial.

El IVA franquiciado que prometió Hacienda podría eximir a miles de autónomos de declarar el impuesto

La solución para el régimen de criterio de caja, según explicó Javier Martín, a día de hoy es difícil. "Lo más factible para solucionar este problema de cobro sería directa el régimen de franquicias", con el que el autónomo dejaría de tener obligación de declarar este impuesto.

Como ya avanzó este diario, los agentes sociales -organizaciones de autónomos como ATA, patronal y sindicatos- lograron cerrar a mediados de 2023, tras nueve meses de negociaciones, un texto con la Agencia Tributaria y la Dirección General de Tributos de lo que iban a ser las líneas maestras de la futura reforma fiscal del trabajo autónomo.

En su momento, desde Hacienda explicaron que la puesta en marcha de este sistema para que miles de autónomos dejen de estar sujetos al IVA "es un debate que deberíamos hacer aterrizar en 2023, para adoptar los posibles cambios legales necesarios en 2024, de cara a su entrada en vigor en 2025”.

Sin embargo, este año Hacienda dio un paso atrás, y propuso que este sistema para eximir a los autónomos de declarar IVA sólo se aplique en operaciones internacionales, y no dentro de España.

El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, confirmó a través de sus redes sociales que "Hacienda se ha negado en la reunión del Foro Fiscal dé Autónomos y Pymes a que los autónomos españoles tengan esta ventaja  -de dejar de pagar IVA- que sí tienen el resto de autónomos europeos".

De hecho, apuntó el presidente de ATA, "España es el único país de la Unión Europea en el que los autónomos no tienen un IVA franquiciado. Somos el único país que no ha traspuesto la directiva europea". Por ello, aseguró Lorenzo Amor, ATA "seguirá exigiendo" que se aplique esta exención de declarar IVA a los trabajadores por cuenta propia que realicen operaciones en España y facturen menos de 85.000 euros.