La falta de financiación o el modelo de negocio son los principales motivos del fracaso temprano

El 60% de los negocios emergentes cierran antes de cumplir cinco años: los expertos explican las causas

Los negocios emergentes españoles han cuadruplicado su valor en apenas cinco años. Aunque detrás de estas cifras de éxito existen peligros que pueden llevarlas al fracaso: desde la falta de un mercado real hasta problemas de financiación y estrategias mal definidas.

Las ‘startups’ españolas presentan buenas cifras, pero apenas sobreviven cinco años.
Las ‘startups’ españolas presentan buenas cifras, pero apenas sobreviven cinco años.
El 60% de los negocios emergentes cierran antes de cumplir cinco años: los expertos explican las causas

El ecosistema de las startups en España ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, consolidándose como un pilar importante en el panorama tecnológico. Según el Spain Ecosystem Report 2023 de Dealroom, en colaboración, entre otros, con BBVA y Enisa, el valor total del ecosistema de negocios emergentes alcanzó los 93.000 millones de euros en 2023, lo que representa un aumento del 360% desde 2018.

El pasado año, los negocios emergentes recaudaron cerca de 4.000 millones de euros a través de más de 850 rondas de financiación. Con un reparto bastante equilibrado: 1.000 millones se destinaron a rondas de financiación por debajo de los 15 millones de euros; 782 millones, a rondas de entre 15 y 100 millones; y 405 millones, a rondas superiores a los 100 millones.

Con un dato destacado, y es el notable incremento de la inversión corporativa. Las grandes compañías, generalmente a través del corporate venture capital, han incrementado significativamente su participación en la financiación de los negocios emergentes, alcanzando un crecimiento histórico del 20% en 2023. Este tipo de inversión, que a diferencia del capital riesgo tradicional, que suele centrarse principalmente en el retorno financiero, está a menudo impulsada por objetivos estratégicos: acceder a nuevas tecnologías, innovaciones o mercados que podrían complementar o expandir su negocio principal.

Este sistema ha permitido a los negocios emergentes no sólo obtener capital, sino también acceder a recursos estratégicos, como tecnología avanzada, redes de distribución globales y experiencia en gestión, lo que ha acelerado su crecimiento y expansión internacional.

Sin embargo, muchos de estos negocios emergentes terminan cerrando en sus primeros años de vida. Según explicaron los expertos en emprendimiento consultados por este diario, la falta de financiación o las dificultades para encontrar el momento del mercado son los principales motivos del fracaso temprano de las startups.

El 25% de los negocios emergentes fracasa el primer año, y seis de cada diez no logran superar el quinto

Además de su crecimiento financiero, las startups en España han tenido un impacto significativo en la sociedad. Los negocios emergentes no sólo contribuyen al crecimiento económico, sino que también están redefiniendo sectores clave como la educación, la salud y la sostenibilidad. De acuerdo con datos recientes, el ecosistema de los negocios emprendedores en España ha generado un impacto económico directo de 11.500 millones de euros y ha creado más de 100.000 empleos. Datos que subrayan su relevante papel en la modernización de la economía española, mejorando la eficiencia, la accesibilidad y la calidad de vida para millones de personas.

Y otro dato destacado es la creciente interacción entre España e Iberoamérica, con tres países latinoamericanos entre los diez principales receptores de inversión española. En total, se realizaron más de 141 rondas de financiación dirigidas a las startups del continente americano, subrayando la importancia de estos mercados emergentes para los inversores españoles.

Sin embargo, a pesar de las cifras positivas de crecimiento e inversión, se planea un problema. España se sitúa en un lugar destacado en términos de número de rondas y de inversión en etapas tempranas (de hecho, sólo por detrás de Reino Unido, Francia y Alemania), con un avance significativo en comparación a la media europea. Pero el porcentaje de negocios emergentes que fracasan sigue siendo considerablemente alto. En concreto, se estima que alrededor del 25% de ellos fracasa durante el primer año, y aproximadamente seis de cada diez no logran superar los cinco años de existencia.

La reducida financiación o la falta de acogida en el mercado son las principales causas del fracaso de las startups

Estos fracasos suelen estar relacionados con varios factores, como la falta de mercado para el producto o servicio, problemas de financiación, una estrategia de negocio deficiente o una competencia feroz. Además, la capacidad para escalar adecuadamente y adaptarse a los cambios del mercado es un desafío que muchas startups no logran superar.

De ahí que para lograr un ecosistema robusto, que no sólo fomente la creación de nuevos negocios, sino que también proporcione el apoyo necesario para su crecimiento y sostenibilidad a largo plazo, Carlos Sabaté, profesor de Creación y Gestión de Empresas de Deusto Formación identificó para este diario sus principales causas de fracaso.

La primera de ellas, la falta de una verdadera necesidad en el mercado, que afecta a cuatro de cada diez negocios que arrancan y se malogran. La razón más común por la que fracasan las startups es la ausencia de demanda real para su producto o servicio. Proyectos emprendedores que se centran en resolver problemas que no son lo suficientemente importantes para los posibles consumidores. “Lo que subraya la importancia de realizar estudios de mercado exhaustivos antes de lanzar un producto. El marketing estratégico ayuda a minimizar esta incorrecta interpretación de la demanda del mercado”.

Las ‘startups’ españolas apenas sobreviven cinco años, a pesar de que el sistema presenta buenas cifras.
Las ‘startups’ españolas apenas sobreviven cinco años, a pesar de que el sistema presenta buenas cifras.

Según este experto, un buen análisis interno de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades y un examen de la competencia “muestran una visión muy cercana a la realidad de lo que se necesita. Se trata de escuchar lo que nos dice el mercado y de ser flexibles”.

El segundo factor más citado la falta de fondos. Una de cada tres startups que fracasan subestima frecuentemente la cantidad de capital que necesitará para alcanzar el punto de equilibrio o para expandirse. Una planificación financiera adecuada y la diversificación de las fuentes de financiación son cruciales para mitigar este riesgo. “La formación en administración de empresas permite hacer un correcto plan de negocio, una herramienta imprescindible para ver si este será viable o no, y una buena carta de presentación para solicitar la suficiente financiación”, argumentó Carlos Sabaté.

Un equipo con habilidades inadecuadas o mal alineadas es otra causa común de fracaso. Los negocios emergentes necesitan equipos con competencias diversas y complementarias para adaptarse a los desafíos del mercado y desarrollar el negocio de manera efectiva. La falta de experiencia en áreas clave como la gestión empresarial o la tecnología puede ser fatal.

La competencia y la calidad de los productos son otros de los motivos

La competencia es otra barrera significativa para muchas startups. Entrar en un mercado saturado o competir contra empresas bien establecidas sin una ventaja competitiva clara a menudo lleva al fracaso. “Es crucial para las startups identificar nichos de mercado o diferenciarse de manera efectiva para sobrevivir”. Lo mismo que encontrar el equilibrio adecuado entre el precio de venta y los costes de producción, otro desafío crítico. Los negocios recién creados que no pueden ofrecer precios competitivos o que subestiman sus costos operativos se ven rápidamente superados. Un análisis financiero sólido desde el principio ayudar a evitar este problema.

“Y si el producto o servicio no cumple con las expectativas del cliente, la startup está condenada al fracaso”. La falta de calidad, fiabilidad o innovación puede alejar a los consumidores y cerrar las puertas a nuevas oportunidades de mercado. Es esencial que los negocios emergentes se centren en la mejora continua y en la adaptación del producto a las necesidades de éstos. “Aunque tener un producto excelente no garantiza el éxito, si no hay un modelo de negocio viable detrás”. Muchas startups no logran encontrar un camino claro hacia la rentabilidad, lo que eventualmente lleva a su colapso. “Definir un modelo de negocio sólido desde el inicio, con vías claras de monetización, es crucial para la supervivencia a largo plazo”.

Adaptarse al mercado es una clave para mantener el negocio, identifican los expertos

“Como digo, un buen producto necesita llegar a los clientes correctos, y eso requiere una estrategia de marketing eficaz”. Las startups que no invierten lo suficiente en marketing o que no comprenden cómo llegar a su audiencia objetiva suelen fracasar. Un plan de marketing bien diseñado y ejecutado es esencial para generar interés y ventas.

“Ojo: escuchando a los clientes y adaptándose a sus necesidades”, continuó el profesor de Creación y Gestión de Empresas de Deusto Formación. “Los negocios recién creados deben estar en constante comunicación con sus usuarios para ajustar su oferta según las demandas del mercado”. En otras palabras, ignorar el feedback de los clientes puede llevar a la irrelevancia y a la pérdida de cuota de mercado.

Finalmente, muchas fracasan porque no pivotan o realizan un cambio significativo en la estrategia del negocio, especialmente en relación con su modelo de negocio, producto o mercado objetivo. “Adaptarse de forma efectiva puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso, pero requiere una evaluación continua y decisiones rápidas”, concluyó Carlos Sabaté, para quien, “aparte de carecer de la formación suficiente, la falta de capacidad de adaptación a los cambios constantes en el mercado es una de las variables más determinantes que abocan al fracaso de los negocios emergentes”.