Las mujeres abandonan su actividad con frecuencia cuando son madres

ATA pide que las autónomas puedan hacer un contrato de relevo bonificado desde el sexto mes de embarazo

La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) pide para las trabajadoras autónomas que vayan a ser madres la posibilidad de acceder a un contrato de relevo bonificado para formar a un empleado se incorpore al negocio durante sus bajas.
Las mujeres de mediana edad abandonan la actividad con frecuencia por la maternidad.
ATA pide que las autónomas puedan hacer un contrato de relevo bonificado desde el sexto mes de embarazo

Las mujeres vienen impulsando las cifras de afiliación al RETA en los últimos años. En concreto, sólo en los últimos cinco suponen el 72% de las nuevas altas, protagonizando el emprendimiento en nuestro país. Sin embargo, a pesar de estos datos tan positivos, también existe una importante tasa de abandono de la actividad, siendo la maternidad “una de las principales causas de cierre de negocios constituidos por autónomas”, explicó a este medio Candelaria Carrera, presidenta de ATA Extremadura. 

Debido a ello, una de las principales demandas de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) es establecer un contrato de relevo bonificado para las autónomas desde el último trimestre del embarazo, como reivindicó Lorenzo Amor, presidente de ATA, durante su pasada comparecencia en la Comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados, a fin de paliar la situación y poner en valor la labor de las mujeres emprendedoras en nuestro país.

Como apuntó Candelaria Carrera, “es necesario articular ayudas que permitan la corresponsabilidad, de forma que se pueda asegurar el mantenimiento de los negocios”. 

ATA demanda un contrato de relevo para que las autónomas puedan formar a quién vaya a sustituirlas en el negocio

Las mujeres llevan liderando el crecimiento del RETA en la última década, “a pesar de seguir encontrando especiales dificultades desde que inician su actividad hasta que se jubilan”, explicó la presidenta de ATA Extremadura

Según detalló, la participación de las mujeres en todos los ámbitos se ha incrementado de forma exponencial y la economía no ha sido una excepción. Cada vez son más las mujeres que se autoemplean “porque entienden que el autoempleo es una fórmula real y efectiva de entrada al mundo laboral”. 

Según los datos aportados por ATA, esta fuerza del emprendimiento femenino también convive con un importante abandono de la actividad por parte de las mujeres en la franja de edad va de los 30 a los 45 años. Estos resultados se atribuyen a la maternidad, como una de las principales causas que motivan el cierre del negocio y a la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar de las autónomas. 

Por esta razón, una de las principales propuestas presentadas por ATA es establecer un contrato de relevo bonificado en el último trimestre del embarazo. Se trata de que la autónoma pueda formar, gracias a este contrato bonificado, a una persona para que la sustituya al frente del negocio durante su baja por maternidad. Con esta iniciativa, se pretende reducir la tasa de abandono en esa franja de edad. 

“Lo que pretendemos con este contrato es que haya una persona que sustituya a las autónomas durante los períodos de descanso por maternidad y que el coste sea mínimo para ella. La vía de la bonificación de las cuotas a la Seguridad Social es un impulso decisivo que puede ser completado con ayudas directas a la contratación”, añadió Carrera. 

Las mujeres dedican el doble de tiempo que los hombres a cuidados y las tareas del hogar

La maternidad es una de las principales causas de cierre de negocios constituidos por autónomas. Según un estudio de la fundación Fuhem, las mujeres dedican el doble de horas al trabajo no remunerado -20% de su tiempo frente al 10% de los hombres-, especialmente en los trabajos referidos al hogar, los cuidados y las compras. “Esto es, al cuidado de la familia, con el consiguiente ahorro para las arcas públicas y a costa de unos niveles de estrés y agotamiento altísimos”. 

Debido al importante abandono de la actividad para conciliar la vida familiar, muchos negocios se ven abocados al cierre por causas que no están relacionadas con su rentabilidad. Por eso, desde ATA consideran que el contrato de relevo bonificado sería beneficioso para las trabajadoras por cuenta propia. Como añadió Carrera, la articulación de ayudas que favorezcan la corresponsabilidad en la vida familiar son un pilar más para  permitir la continuidad de los negocios.

Las dificultad para acceder a la financiación supone una barrera para el emprendimiento femenino

Como apuntó la presidenta de ATA Extremadura, la falta de cultura emprendedora afecta mayormente a las mujeres, propiciando mayor dificultad para convertir las iniciativas en negocios. “En muchas ocasiones, es nuestro entorno más cercano el que nos empuja al trabajo por cuenta ajena, alegando que nos va a proporcionar más ‘seguridad’”.

En ese sentido, la viabilidad para traducir las buenas ideas en actividades emprendedoras también está limitada por la falta de acceso a la financiación. Según Carrera, las mujeres que solicitan un préstamo para iniciar una actividad tienen entre un 10% y un 20% menos de posibilidades de obtenerlo que un hombre. 

A tenor de estos datos, ya el Banco de España publicó un estudio en 2020 sobre la brecha de género existente en el acceso al crédito bancario, donde se corroboró que las mujeres tienen menor probabilidad de que se les conceda financiación durante el primer año de actividad, e incluso que estas diferencias desaparecen después del primer año, cuando ya hay información contable de la empresa.

Esta traba tiene importantes implicaciones ya que se trata de la principal fuente de financiación externa con la que pueden contar las autónomas. “Genera que los negocios liderados por mujeres no nazcan en condiciones óptimas de competitividad”. 

A su vez, las mujeres tienen menor presencia en las empresas digitales -según datos recientes de South Summit, sólo el 22% de las empresas emergentes de España están dirigidas por mujeres-,  así como menores competencias STEM -acrónimo en inglés para las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas-. 

Esto significa menores oportunidades para acceder al mercado en un entorno eminentemente digital. “Quienes no aprovechen estas nuevas tecnologías, perderán competitividad y quedarán más relegados en el sistema. En otro contexto, sucede también con las emprendedoras en el mundo rural, quienes tienen muchos problemas aún de acceso a la banda ancha, lo que les dificulta la formación y la utilización de herramientas tecnológicas”.